La invasión de Ucrania por parte de Rusia es el último capítulo de un profundo enfrentamiento político y geográfico que ha sido ampliamente reflejado en el cine y la literatura, pero que ha trascendido las relaciones internacionales para afectar a muchas cuestiones culturales.
El italiano Igort ahonda en “Cuadernos ucranianos” (Sin Sentido, 2011) en las biografías de los supervivientes del “holodomor”, cuya traducción aproximada sería “matar de hambre”, un sustantivo que ha pasado a la historia como “el genocidio ucraniano”.